Ama a Tu Prójimo - ¿Cuál es el Origen de esta Frase? "
Ama a tu prójimo" es un término que con los años se ha convertido casi en un cliché.
Pero, ¿dónde se originó? y ¿qué significa realmente? En un tiempo cuando los vecinos, al menos en América, son gente que rara vez vemos (gracias a las puertas automáticas de los garajes y a las vidas ocupadas), o son vistos como molestias, con perros que ladran y niños ruidosos, ¿cómo podemos amar a nuestros vecinos?
Ama a Tu Prójimo - Respuesta de Cristo a la Religión Ama a tu prójimo fue, en parte, la respuesta de Jesús cuando los Fariseos, la secta religiosa dominante de entonces, le preguntó acerca del mayor mandamiento en la Ley (Ver Mateo 22:36-40).
Esos líderes religiosos habían hecho casi un arte de clasificar todas las diversas leyes y darles grados relativos de importancia. Así que al hacerle a Jesús esta pregunta, su intención era el probarlo.
Su respuesta los dejó atónitos:Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.' Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.'
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Jesús estaba resumiendo toda la ley en estas dos declaraciones. Si amamos al Señor Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, amar a nuestro prójimo es el resultado natural.
La pregunta entonces es: ¿quién es nuestro prójimo? y ¿cómo lo amo? Examinemos quién dijo Jesús que era nuestro prójimo: Oísteis que fue dicho: 'Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.' Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen. (Mateo 5:43)
¿Es nuestro vecino algo más que el tipo de al lado? ¿Podría él o ella ser alguien de nuestra comunidad? ¿o casi todo el mundo que conozco? ¿Podrían nuestros enemigos también ser nuestros prójimos? Jesús dice que sí. Pero, ¿cómo podemos amar a alguien que actúa con odio hacia nosotros? Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, llegamos a reconocer que todo el mundo es parte de Su creación.
¿Estará todo el mundo en el cielo? No, pero no es porque Dios no quiera que ese sea el caso. Su Palabra nos dice que Dios desea que todos sean salvos (1ra de Timoteo 2:4).
Así que está claro que Dios nos ve a todos como hijos potenciales. Debido a que Él vive fuera del tiempo y ha visto el final desde el principio, también sabe quién escogerá la salvación y quién no. Para nosotros, es allí cuando viene la fe.
No nos incumbe saber quién lo escogerá a Él y quién no, pero estamos llamados a ser Sus testigos. A fin de cumplir ese llamado debemos amar a otros lo suficiente para desear su salvación así como Él lo hace.
He aquí las buenas noticias para aquellos que encuentran difícil esta enseñanza: ¡En ninguna parte dice que nos tiene que gustar nuestro prójimo! En lo concerniente al cómo de esta fórmula, nos volvemos a las palabras del apóstol Pablo. En Romanos 13:8-10, Pablo dice: No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley. Porque: "No adulterarás", "no matarás", "no hurtarás", "no dirás falso testimonio", "no codiciarás", y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo.'" El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
Ama a Tu Prójimo - Conozca a Jesús "Ama a tu prójimo" no es tan difícil como parece en la superficie. Simplemente significa respetar a otros y considerar sus necesidades y deseos tanto como consideramos los nuestros. Sin embargo, cumplir este mandamiento probablemente requerirá la ayuda sobrenatural que sólo Dios, a través de Cristo, puede proporcionar.
¿Cómo podemos aprender a amar al tipo de al lado, con el perro que ladra, especialmente si ni siquiera nos gusta? Tal vez el secreto es reconocer que nuestro prójimo, ya sea el tipo de al lado, el cajero del supermercado, o el maestro de la escuela dominical en la iglesia, es alguien tan merecedor del amor de Dios como usted o yo, En El Mensaje, parafraseado de la Biblia, Juan 1:14 es expresado de la siguiente manera:
La Palabra se hizo carne y sangre, y se mudó al vecindario. Vimos la gloria con nuestros propios ojos, la gloria única, de tal Padre, tal Hijo. Generosos por dentro y por fuera, verdaderos de principio a fin. ¿Podría ser que la manera de amar a nuestro prójimo es mediante el conocimiento de Cristo, la Palabra viviente de Dios? Es natural que emulemos aquellos a quienes más admiramos, así que al conocer a Cristo, descubrimos a un Dios digno de todo nuestro amor, y nuestro prójimo verá ese amor en nosotros.