El Castigo!!

 

2:05 am, llegó como si nada, como esa punzada que siento cada vez que pienso en ti, al hablar con alguien, que me pregunta, que buscas en un hombre, quise ser sincera y le puse no sé, después caí en cuenta que fue falso, yo no busco en un hombre, yo te busco a ti, porque te has clavado tan dentro de este terco corazón, te has tornado como una sanguijuela que se pega en mis pensamientos y me consume de a ratos la alegría y hay estaba yo, llorando como cada mes recordándote, torturándome, matándome, haciéndome más daño que el que tu hiciste, porque sabias que era débil, porque sabias que era difícil para mí volver a empezar, te pregunté si estabas dispuesto a pegar los trozos y dijiste si, lo malo es que no alcanzaste a pegar ninguno, de ellos, tu los hiciste migajas. Y ahora es más difícil lograr reparar semejante desastre.
Yo me estoy destruyendo, yo me estoy condenando y lo sé yo soy quién no me permite olvidarte, quizá porque es la forma más cruel que encuentro de recriminarme por quererte tan pronto, por confiar cuando bien sabía lo que ocurriría, yo me doy latigazos vestidos de recuerdos que se quedan cortos en mi mente, que me piden más que me dicen que te necesitan, que te quieren ver, que debió ser más largo, que todo es mi culpa, que no debí mirar tus ojos cafés, que no debí besarte, ni siquiera hablarte, yo y solo yo me reclamo esta forma absurda que escogí para sufrir.
Que tonta fui las señales eran más que obvias, la perfección no existe, y alguien tan frío como yo se dejó tentar por el calor de tus labios, por lo bonito de tus palabras llenas de engaños, que mi mente reconocían y que yo y solo yo disfrazaba de amor, por eso es mi culpa, por eso no te olvido, porque yo sabía que eras de mentira, que no existías y que el día del dolor se acercaba.
Yo no te guardo rencor y no sé porque te espero, me siento como aquella Penélope en la estación del tren y me aterra pensar que llegaras y no te reconoceré, quizá esa sea otra explicación por la cual me empeño en tenerte fresco en mi mente, es tonto pensar que me extrañas, si la vida me muestra que talvez ni mi nombre recuerdas, pero esta es mi tortura, es mi juicio, es la sentencia que disidí dictar en mi contra, para recordarme cada día que el amor no existe y que el que osa pensar que vive en el o por él está condenado al sufrimiento.
No tengo idea cuando termine mi confinamiento en los recuerdos agridulces de esos tres días, solo sé que no es muy llevadera la pena, sé que no será fácil, pero también sé que llegara el día en que tú no seas lo que busco, porque ya no buscaré nada, ya olvidare todo y saldré de la cárcel que castiga a los ilusos que pretenden ser amados con la misma intensidad con la ellos lo hacen.